Sucesos. Hoy por: Angelo Delpino
Antes de que continúe leyendo mantenga esto en su mente por unos minutos, ¿Qué pasaría si?
Caracas.- Al hablar acerca de la violencia que sucede en Caracas, ocurre un gran inconveniente el cual es, convertir las vidas de cientos de personas en fríos números en una lista interminable de asesinados o “desaparecidos”, que dejaron muy desolados a sus familias. Padres que les arrebataron a sus hijos, hijos a los que les arrebataron sus padres dejando un vacio imposible de llenar.
Apenas iniciando el año hubieron unas parroquias que llamaron “más peligrosas” de Caracas y fueron: Petare con 31 asesinatos y una tasa de 184 homicidios por cada 100 mil habitantes encabeza el grupo; Coche con 10 asesinatos y la tasa de 417 homicidios por cada 100 mil habitantes, El Valle con 9 muertes, Antímano con 8 y Baruta con 6 muertes durante el período analizado.
Esto solo al inicio del año desde Enero hasta Abril, con esto en mente podemos llegar rápido a la conclusión de cuantas personas han perdido la vida de una forma injusta y cruel. Una consecuencia que estos interminables actos de violencia desencadenan, además de una mala reputación a parroquias enteras, es la violencia que azota la puerta de las familias afectadas con opciones faltas de esperanza.
Las familias que perdieron un pilar fundamental, en un país con una economía en constante crisis podríamos decir que fueron afectadas al doble, niños que tuvieron que abandonar los estudios para ayudar a la casa con algún ingreso económico, para cumplir con las necesidades básicas de la familia que les quedaba, decidieron cuidarlas por encima de todo.
No todos tienen la misma determinación a la hora de buscar las mejores soluciones con los valores que les inculcaron sus familiares, no contamos con una esfera de cristal que nos diga que problemas vendrán porque, de ser así sabríamos como educar cada persona y estarían preparados para los problemas que hoy sufren millones de personas a diario.
Detengámonos un momento a pensar en las edades que han sido de las víctimas jóvenes, resaltando de ellos los 20 y 29 años de edad, donde cuarenta víctimas serían el total. Una causa de estas muertes puede ser debido a una tendencia con gran protagonismo en las calles. Armas de fuego cobraron las vidas de sesenta y siete personas, siete de cada diez de los mencionados fueron asesinados a tiros.
Mientras suceden estos actos algunas personas tienen el descaro de insinuar que “Venezuela se está arreglando”, pero claro que sí lo está, el único inconveniente que se me viene a la mente es que para algunos que en su mundo de prestigios y lujos solo son capaces de observar a los que no están a su lado con desagrado.
Aquel tan nombrado “mejor futuro”, a mi parecer cada vez está más alejado del vil presente de muchos jóvenes necesitados. ¿Saben una cosa? Soñar es tan fácil, incluso es gratis. Pienso que está mal que un avión de guerra valga más que construir una escuela donde hoy se estarían formados niños de Venezuela, que hoy en día no son más que delincuentes o mujerzuelas.
Incluso millones se gastan a diario los políticos con campañas, cuando tal vez con un cuarto de eso podrían construir un hospital en algún barrio, para así evitar el presente de aquellos jóvenes que tuvieron que abandonar sus sueños, a falta de dinero que necesitan aceptar cualquier empleo incluso si este completamente contrario a sus deseos.
Por muy bonito que pintemos lo que pase, debemos aceptar que vivimos día tras día rodeados de violencia. Estos actos horribles como homicidios, que posteriormente convierten a seres vivos en meros números de una lista inacabable que solo deja una cara sin sonrisa, unos hijos sin sus padres o tal vez padres sin sus hijos.
De cualquier punto en que lo veamos hay violencia y personalmente pienso que, solo seres tan inconscientes como los humanos son capaces de hablar de una supuesta “paz”, mientras se derrama sangre inocente.
Si bien la “fe” puede ser una fuente de esperanza no sería muy ex
traño que a día de hoy muchos la hayan perdido, pese a que sea difícil, miles de venezolanos rezan a diario para que su país amado, deje de ser azotado por tiranos que con sus decisiones hoy en día inocentes pagan caro.
Exigimos cambio pero cometemos los mismos errores, eso también me hace pensar algo que me parece cuando menos curioso y es que seguramente el no perdonar es la causa de que haya tantas tumbas sin flores.
Lo más increíble es que sí podemos, pero no queremos cambiar, si el tan mencionado dialogo fuera tan efectivo como dicen seguro que, podríamos incluso decidir el mismo “Dios” que adorar, un mismo idioma que hablar, una misma manera de pensar soluciones a problemas que nos involucran a todos y por último pensemos esto solo por un momento:
¿Cuántos alimentos podríamos repartir para los hambrientos, solo vendiendo una de las tantas joyas que se ha puesto el Papa electo en eventos? ¿Cuántas vidas se habrían salvado si se encontrara una vacuna contra el SIDA? ¿Cuántas familias estarían reunidas y felices en estos momentos, si nuestras vidas no estuvieran dirigidas en el camino del señor odio?
Me gustaría pensar que preguntas así nos habrán surgido en algún momento, o que varios opinaran igual y por solo compartirla formaran parte de los muchos “desaparecidos”, tal vez porque confundió sus intenciones y le pareció más seguro tomar eso como una amenaza, que lograría disolver las miles de filas que estarían dispuestas a seguirlo ciegamente a un abismo de falsos cambios.
Ya sin más que informar al respecto de la violencia que nos azota como nación, hemos dejado que forme parte de nuestras vidas y de la de nuestros familiares queramos o no a ellos también les salpicara el agua sucia de nuestras malas decisiones, por más que queramos que todo haya sido diferente al menos para ellos que no tienen la más mínima culpa por sufrir un destino tan.
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